Cocinar a fuego abierto –
una tradición que nunca pasa de moda

Los seres humanos llevan cocinando con fuego cientos de miles de años. Es parte de nuestra cultura hasta el punto de que se ha arraigado en nuestro ADN y ha sido crucial para nuestro desarrollo tanto a nivel físico como psicológico. Asociamos la comida con algo más que el sabor, porque la comida no es solo comida. Es un
momento que compartimos con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Es una experiencia

Cocinar sobre brasas no solo es una excelente manera de pasar un buen rato, sino que también saca los mejores sabores, ya sea preparando carne o verduras. Con ingredientes de alta calidad y algunos conocimientos básicos, realmente no te puedes equivocar. Entonces, sin más preámbulos, estos son nuestros mejores consejos para cocinar al aire libre:

El fuego 

Lo ideal es que la madera que utilices se seque al horno, una madera dura bien sazonada funciona muy bien y agrega sabor. Debe contener menos del 20% de humedad, o los troncos perderán demasiado calor. (Evite los troncos de pino, ya que se quemarán demasiado rápido y crearán un humo con  sabor amargo). 

Mezclar la madera con carbón te dará una gran fuente de calor constante. 

A menos que esté usando una sartén o una olla, tenga paciencia y espere a que la madera y las brasas se quemen lo suficiente para lograr un calor intenso y constante de brasas para poder cocinar. La cocción lenta y constante reduce el riesgo de llamaradas y le brinda más control sobre la parrilla.

La carne

En lugar de depender de tiempos de cocción establecidos, invierta en un termómetro para carne que permita controlar la temperatura interna de su comida mientras se cocina. Cocine su carne hasta que esté un par de grados por debajo de su temperatura final de cocción, luego déjela reposar; la temperatura interna seguirá aumentando. Reposar es tan importante como cocinar, así que tenga paciencia y será recompensado con una deliciosa carne que se derrite en la boca. 

Para asegurar que  su comida no se seque, recuerde rociar o glasear con una salsa sabrosa o cualquier adobo de carne sobrante. La carne debe quedar suave y jugosa por dentro y, por fuera bien dorada y caramelizada por la barbacoa.

Los vegetales 

Pimientos partidos por la mitad, champiñones portobello, calabacines, berenjenas en gruesas rodajas, lechuga pequeña Gem partida por la mitad, filetes de coliflor, maíz, espárragos y verduras de primavera funcionan bien para asar. También puedes cocinar patatas y puerros con piel, directamente sobre las brasas durante unos 45 minutos. Las pieles vegetales crean una protección natural para la parte interior suave de la carne, así que no se desanime por la capa exterior carbonizada. Una vez ennegrecido, córtelo por la mitad, retire la pulpa dulce y tierna de las capas exteriores, luego mézclelo con hierbas y mantequilla.

Una nota de seguridad: el fuego siempre requiere mucho cuidado y respeto. Solo debe encenderse en lugares donde esté permitido, y nunca (jamás) cuando haya prohibición de fuego. Las prohibiciones de fuego siempre deben respetarse, sin importar su habilidad. Se coloca un fuego seguro sobre grava o suelo arenoso, con piedras, gravilla y un anillo de piedras alrededor. El fuego no debe colocarse sobre o junto a una roca, ni sobre turberas ni musgo. También debes evitar encender fuego cerca de árboles, tocones de árboles o hierba seca, y nunca cuando haya viento. También asegúrese de tener siempre a mano un cubo de agua.